La papada es uno de los problemas más comunes entre los hombres a partir de 40 años. Se trata de una grasa submentoniana congénita, es decir consecuencia genética en la gran mayoría de los hombres que la acumulan. Su desarrollo también está vinculado al sobrepeso y al proceso de envejecimiento: la piel situada bajo la barbilla y el cuello va perdiendo hidratación y sus músculos se van debilitando conforme pasan los años.
La medicina estética ofrece una solución que no implica pasar por quirófano, siempre y cuando se valorado por nuestros profesionales. El tratamiento, mínimamente invasivo, se trata de una solución que se inyecta sobre la grasa submentoniana para romper la membrana de las células, cuyo contenido eliminará posteriormente el organismo de forma natural.
Este tratamiento facial sin cirugía se lleva a cabo en varias sesiones. La primera puede ser un poco más larga y durar unos 45 minutos. El resto de sesiones suelen ser de unos 20 minutos aproximadamente, dependiendo de cada caso particular.
Antes de alcanzar el resultado final, el proceso conlleva algunos efectos normales que se debe tener en cuenta.
Es habitual que, durante los días siguientes al tratamiento, se produzca una leve inflamación en la zona tratada. Durante las siguientes semanas es posible notar ligeramente más volumen en la zona de la mandíbula. Pero este se va reduciendo progresivamente hasta alcanzar el resultado definitivo a los 3 meses.