La tendencia que buscan los hombres y que más demandan es la de potenciar sus rasgos varoniles y también conseguir simetría y volumen en el rostro. Es decir, se suele buscar un rostro con facciones más angulosas y cuadradas. Para ello necesitamos emplear técnicas que mejoren la apariencia de la barbilla, los pómulos y la mandíbula. Gracias a las infiltraciones de ácido hialurónico de diferentes densidades conseguimos:
- Perfilar el trazado del mentón: manteniendo y respetando tus rasgos: estilizamos el área según desees el mentón más o menos proyectado, de forma cuadrada o igual de ancho que tus labios.
- Mejorar y marcar la proyección del pómulo: Los rellenos con ácido hialurónico en esta zona los llevamos a cabo de forma sutil, ya que, a diferencia del pómulo de la mujer, el desarrollo muscular y los tejidos grasos presentes en esta zona crean facciones más angulosas y por tanto ya de por sí están más marcados.
- Rinomodelación de nariz: Gracias a la infiltración de ácido hialurónico se corrigen los ángulos en el dorso, punta y caballete otorgando mayor simetría.
- Ojeras: la falta de descanso, de hidratación, seguir una dieta inadecuada, son solo algunos de los factores que influyen en el desarrollo de las ojeras que poco a poco comienzan a hundirse. Con las infiltraciones de ácido hialurónico se consigue rellenar el tejido y su resultado casi inmediato es: una mirada más descansada y rejuvenecida.