¿Qué es la incontinencia urinaria?
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. Se trata de un problema higiénico y social que condiciona en muchos casos la vida del afectado/a y empeora su calidad de vida, ya que muchas personas reducen por ello sus actividades sociales, laborales y lúdicas. Afecta alrededor del 10% de mujeres entre 25-64 años y a más del 50% en personas de ambos sexos de más de 65 años.
Hay muchos tipos de incontinencia y cada una debe tratarse de diferente manera: puede ocurrir desde una pequeña pérdida al toser o realizar un pequeño esfuerzo físico hasta una pérdida severa y constante. Cuando se padece este problema se debe cuanto antes consultar al especialista.
Tipos de incontinencia:
- Incontinencia de esfuerzo: se trata de la pérdida de orina cuando se realiza un esfuerzo físico como puede ser estornudar, toser, levantar un peso, correr, saltar y en algunos casos puede llegar a producirse simplemente al levantarse o andar. La pérdida puede ser tanto gotitas como un chorro importante de orina. Es la causa más frecuente de incontinencia en mujeres. Se debe a una alteración de las estructuras de la base de la vejiga, uretra y cuello vesical. De modo que al realizar un aumento en la presión abdominal, este no se transmite de manera correcta a la uretra lo que provoca el escape de orina. El embarazo, la edad, la atrofia de la musculatura perineal, la obesidad o la tos crónica se relacionan con este tipo de incontinencia.
- Incontinencia urinaria de urgencia: es la pérdida involuntaria de orina acompañada o precedida de la necesidad urgente de orinar. El origen en este caso se encuentra en el músculo detrusor.
- Incontinencia urinaria mixta: cuando se dan los dos tipos anteriores asociados.
- Incontinencia urinaria por rebosamiento: en la que se producen escapes en forma de goteo sin que el paciente perciba deseo miccional. Este tipo de incontinencia siempre es secundaria a una retención urinaria. Puede producirse por obstrucción o por lesión neurológica.
- Incontinencia Urinaria funcional: se asocia a enfermedades mentales como al Alzheimer, el Parkinson o la depresión; aunque el sistema urinario funciona con normalidad, el enfermo es incapaz de controlar la micción.
Diagnóstico
En general, el médico podrá determinar el tipo de incontinencia que padeces a partir de tus síntomas. La información servirá para guiar las decisiones del tratamiento.
Es probable que el médico comience con una revisión exhaustiva de los antecedentes y una exploración física. Luego, probablemente te pida que hagas una maniobra sencilla que pueda demostrar la incontinencia, como por ejemplo toser.
A continuación, el médico probablemente te recomiende:
- Uroanálisis: para detectar signos de infección, rastros de sangre u otras anormalidades.
- Diario del funcionamiento de la vejiga: Anotar durante varios días cuánto bebes, cuándo orinas, la cantidad de orina que produces, si experimentaste una necesidad imperiosa de orinar y cuántos episodios de incontinencia tuviste.
- Medición posterior a la micción. El médico te pide que orines en un recipiente que mide la producción de orina. Luego, supervisa la cantidad de orina residual en la vejiga mediante un catéter o una ecografía. Una gran cantidad de orina residual puede significar que tienes una obstrucción en las vías urinarias o un problema con los nervios o músculos de la vejiga.
Si se necesita más información, el médico puede recomendar la realización de pruebas más complejas como el análisis urodinámico o la ecografía pélvica. Estas pruebas se suelen realizar si se está considerando una cirugía.
Tratamiento
En el caso de la urgencia urinaria, el tratamiento consiste en rehabilitación del suelo pélvico y medicación. En el de la incontinencia de esfuerzo, hasta hace poco, solo se podía tratar con rehabilitación del suelo pélvico y cirugía. Sin embargo, recientemente ha aparecido un nuevo sistema de tratamiento: la utilización del láser, el cual es bastante efectivo en mujeres jóvenes con una incontinencia leve o moderada. Al contrario que la cirugía, no se trata de una intervención, sino de algo que se hace en consulta y que consiste en aplicar el láser durante unos 10 minutos en la zona de la vagina.
En casos en los que hay una incontinencia establecida y fuerte, el láser puede ayudar pero no termina de solucionar el problema, por lo que entonces llevaríamos a cabo una cirugía ambulatoria de unos 15 minutos con anestesia local que consiste en poner una pequeña malla alrededor de la uretra que va a devolver el soporte a la vejiga de la orina y que evitará que cuando se tosa, por ejemplo, se escape el pis.