¿Qué es la incurvación de pene?
El pene consiste en dos columnas de tejido eréctil que se denominan cuerpos cavernosos (producen la erección) y un conducto (uretra) por donde sale la orina. Durante la erección, este tejido eréctil se rellena de sangre, el pene aumenta de tamaño y se vuelve rígido.
En el pene normal la erección implica una expansión de todas las capas titulares de forma simétrica. En el pene incurvado existe una asimetría de uno de los cuerpos cavernosos. Por ello se conoce también esta patología como «Desproporción de los cuerpos cavernosos».
La incurvación puede ser ventral, la más frecuente, en la que el pene se desvía hacia abajo, lateral (más frecuente a la izquierda) o dorsal, más rara.
Podemos encontrar dos tipos de incurvación de pene:
- Incurvación congénita de pene (se detecta en la juventud): malformación en el desarrollo de los cuerpos cavernosos y el cuerpo esponjoso que componen del pene. Los cuerpos cavernosos son aquellos en los que se produce la erección y el esponjoso es aquel a través del cual pasa la uretra, conducto urinario. Esta patología aparece cuando hay una desproporción en el tamaño de estos tres cuerpos. Habitualmente la curva es ventral. Esta suele ser pronunciada, llegando a alcanzar los noventa grados.
- Enfermedad de Peyronie (aparece a lo largo de la vida): Proceso benigno de causa desconocida caracterizado por la aparición de una banda fibrosa en la túnica albugínea de los cuerpos cavernosos del pene. Suele tener como consecuencia la desviación, deformación y acortamiento del pene durante la erección. Dependiendo de la extensión de la banda fibrosa, el proceso puede imposibilitar la penetración o hacer que la erección resulte dolorosa. En un 40% de los casos se asocia a disfunción eréctil. Su nombre se debe al médico francés del siglo XVIII Francois Gigot de La Peyronie.
Diagnóstico
El diagnóstico es principalmente clínico, mediante la detección a la exploración física de zonas fibrosas, nódulos o placas induradas en la superficie de los cuerpos cavernosos. Otras pruebas diagnósticas como la ecografía o la RMN no aportan más información a la simple exploración física. Puede ser útil hacer una fotografía del pene en erección para objetivar el grado de curvatura o deformación para su seguimiento y en vistas a su tratamiento quirúrgico posterior.
Tratamiento
El tratamiento de la curva congénita del pene siempre es quirúrgico. Sin embargo, para la enfermedad de Peyronie suelen emplearse algunos fármacos tanto vía oral como inyectados en la zona de fibrosis, con efectos sobre tejidos fibrosos que, en algunos casos, pueden mejorar la curvatura o minimizar el dolor. Estos tratamientos habitualmente se utilizan en la fase inflamatoria de la enfermedad. Si en la fase fibrosa el grado de deformación o curvatura del pene es suficiente para dificultar o impedir la penetración, se puede proponer la corrección quirúrgica.
Existen dos opciones quirúrgicas principales para enderezar el pene:
- Efectuar incisiones transversales ventrales en el pene colocando injertos dérmicos autólogos para alargar dicha zona ventral.
- Acortar la zona dorsal del pene mediante la extracción de una o más elipses de túnica albugínea que se suturan de manera estanca (procedimiento de Nesbit o corporoplastia).