
El paso del tiempo afecta tanto a hombres como a mujeres en diversos ámbitos de la vida y de la salud. La hiperplasia benigna de próstata o crecimiento prostático benigno es un fenómeno fisiológico donde los años cuentan. Y es que esta patología ocurre en todas las próstatas de los varones a partir de los 40 años. No obstante, ¿Cuáles son las causas que la producen y cuál es la sintomatología de la hiperplasia benigna de próstata?
Causas del crecimiento benigno de la próstata
La hiperplasia benigna de próstata es una patología que afecta a un gran número de la población masculina en algún momento de su vida. Se trata del resultado del proceso de envejecimiento natural del varón. En términos generales, a medida que envejece el hombre, su organismo padece un deterioro y, en el caso de la próstata, se padece una hipertrofia, es decir, un crecimiento.
Esto significa que la única causa responsable de la aparición de esta patología es la edad. Lo que ocurre en el organismo masculino es que la próstata aumenta su tamaño y produce unos síntomas determinados en el varón que le llevan a preocuparse.
En pocas palabras, la próstata es una glándula que se encuentra alrededor de la uretra a la salida de la vejiga y al crecer esa hipertrofia provoca un cierre en el interior de la uretra. Esto hace que se obstruya dicha zona y, por tanto, que se produzcan determinados signos que impidan al varón orinar con normalidad.
La sintomatología de la Hiperplasia Benigna de Próstata
El crecimiento benigno de la próstata lleva consigo una serie de síntomas asociados que son bastante sencillos de diagnosticar aunque siempre es necesario que sea un urólogo quien realice el diagnóstico que lo confirme.
La sintomatología de la hiperplasia benigna de próstata puede producir:
- Un esfuerzo mayor al orinar, es decir, hacer fuerza con la vejiga.
- Un comienzo tardío de la micción.
- Un chorro de la orina débil o entrecortado debido a la presión.
- Un goteo postmiccional que se caracteriza por un vaciamiento insuficiente de la vejiga que haga quedar un remanso de orina en su interior al terminar la micción.
- Un aumento de la frecuencia de ir al baño tanto de día como de noche.
- La posibilidad de tener episodios de incontinencia urinaria de urgencia.
Según los especialistas en Urología, lo más importante en esta afección es poder identificarla y diferenciar de la sintomatología de otras patologías que pueden asemejarse como la estenosis de uretra, las enfermedades vesicales, los procesos inflamatorios benignos, las lesiones tumorales, los cálculos de la vía urinaria, etc.
Para ello, en cuanto un varón considere que cuenta con el cuadro sintomatológico nombrado anteriormente es necesario que acuda a un urólogo para que le realice las pruebas oportunas para completar el diagnóstico.
Normalmente en la consulta con el urólogo se realiza primero la historia clínica del paciente, luego se le insta a rellenar un cuestionario de salud prostática y se realiza un tacto rectal para descartar la existencia de una lesión tumoral maligna y también para calcular el volumen prostático de forma aproximada y ver si hay alguna zona más inflamada.
Además de esta revisión rutinaria, se solicita un análisis con PSA, una analítica de orina para descartar que haya sobreinfección de la orina, una ecografía urológica para medir los riñones y ver que el crecimiento benigno no haya condicionado ninguna patología del tracto urinario superior y ver en la vejiga que no haya nada anormal como cálculos u otras lesiones.
Entre las pruebas complementarias se puede requerir la flujometría para calcular el volumen de la próstata así como una uretroscistoscopia que es una prueba endoscópica para descartar enfermedades como la estenosis de uretra y si hay algún tipo de lesión o cálculo.
¿A qué edad se suele producir esta patología?
A pesar de que el crecimiento benigno de la próstata suele ocurrir a partir de los 40 años normalmente la sintomatología es más frecuente a partir de los 50 años. La inmensa mayor parte de los pacientes que son sometidos a intervención quirúrgica suelen estar entre los 50 y los 70 años aproximadamente.
Por debajo y por encima de esa edad es menos frecuente pero el envejecimiento de la población es cada vez mayor y los pacientes llegan a edades muy altas con buena calidad de vida. Esto significa que es cada vez más frecuente operar a pacientes más añosos de crecimiento prostático benigno con total garantías y más aún con las técnicas actuales de cirugía con láser que tienen una tasa de complicaciones menor.
En Venegas Salud contamos con un equipo de urólogos especializados y experimentados que podrá ayudarte a solucionar tus problemas urológicos. Si necesitas asesoramiento o acudir a una consulta no dudes en contactar con nosotros.