La eyaculación es el proceso de expulsión del esperma a través de la uretra que se consigue tras la estimulación sexual y coincide, en general, con el orgasmo. Suele durar entre unos 15 y 20 segundos y la cantidad expulsada puede variar entre 5 y 15 ml (en función de la edad, la excitación y la abstinencia previa).
La eyaculación es un mecanismo complejo. Por ello, cuando se produce una alteración de este proceso, bien a nivel de la excitación sexual y la relajación psicológica para disfrutar del sexo, o bien de los mecanismos físicos que intervienen en el proceso, se producirá un trastorno de la eyaculación.
¿Cuáles son los principales trastornos de la eyaculación?
Podemos encontrar diferentes trastornos de la eyaculación. A continuación, te hablamos de los tres principales:
- Eyaculación precoz: se define como aquella que ocurre en los primeros tres minutos desde la penetración o incluso antes. El primer síntoma es la falta de control de la persona sobre su respuesta eyaculatoria y la ansiedad que le genera. Según datos de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva, el 43% de los hombres españoles tiene eyaculación precoz en algún momento de su vida. Aunque en la mayoría de las veces se debe a causas psicológicas, también haber factores orgánicos, como infecciones uretrales, desequilibrios hormonales o alteraciones neurológicas.
- Eyaculación retrógrada: suele conocerse como “orgasmo seco”. Aquí, el esperma se expulsa hacia la vejiga y no por la uretra, eliminándose posteriormente por la orina. En muchos casos, esto se debe a un defecto en el cuello de la vejiga, que en situaciones normales se contrae y hace que el semen vaya hacia la zona de menor presión, el exterior. Puede deberse a alteraciones neurológicas, intervenciones quirúrgicas prostáticas o en raras ocasiones a algunos fármacos.
- Eyaculación retardada: se produce más tarde de lo que es esperable, llegando incluso a no haber eyaculación. Suele deberse a causas psicológicas en la mayoría de los casos, aunque puede darse por lesiones neurológicas o el consumo de ciertas sustancias.
Tratamiento de los trastornos de la eyaculación
La eyaculación precoz puede tratarse con dos tipos de tratamientos: el psicológico (a través de psicoterapia o terapias conductistas) y el farmacológico (con medicamentos como la Dapoxetina o con crema anestésica sobre el pene). La Dapoxetina es el único aprobado específicamente para el tratamiento de la eyaculación precoz. Actúa a nivel del cerebro retardando la eyaculación. Numerosos estudios han demostrado que los pacientes que recibieron dapoxetina retardaron significativamente la eyaculación y mejoraron el control de la eyaculación comparándolos con los pacientes que recibieron placebo (peores resultados). En cuanto a las cremas anestésicas sobre el pene, estas pueden aplicarse sobre el pene 20 ó 30 minutos antes de la relación sexual.
En cuanto a la eyaculación retrógrada, por lo general, ésta no necesita tratamiento a menos que interfiera con la fecundidad. Si ese fuera el caso, el tratamiento dependería de la causa de fondo.
Por último, en lo que respecta a la eyaculación retardada, el tratamiento depende de la causa de base, aunque es posible que consista en tomar un medicamento o realizar cambios en la medicación que se toma habitualmente, realizar terapia psicológica o abordar el abuso del alcohol o el consumo de drogas.
En Venegas Salud podemos ayudarte
Las alteraciones de la eyaculación constituyen un problema de consulta frecuente en urología y en cierta medida, en la consulta general. Su importancia radica, además de su alta prevalencia, en el detrimento psicológico que repercute en la calidad de vida de los pacientes, sus parejas, y por constituir una posible causa de infertilidad. Si tienes un problema de este tipo, en Venegas Salud podemos ayudarte. Llámanos y pide cita.