Tratamiento del cáncer de próstata
El cáncer de próstata se desarrolla muy lentamente, por lo que en muchas opciones, el tratamiento se lleva a cabo durante un largo periodo de tiempo. Hay que destacar que si el cáncer se detecta en su primera fase (cuando todavía se encuentra dentro de la próstata), el paciente puede tener una larga expectativa de vida.
Parta detectar precozmente un cáncer de próstata, lo recomendable es acudir al médico en cuanto se detecte alguna anomalía especialmente a la hora de orinar. De esta forma, podrá detectarse con rapidez la causa que está originando ese malestar. También se recomienda visitar el urólogo de forma regular una vez se cumplan los 50 años.
El tratamiento de este tipo de cáncer depende del estado evolutivo en el que se encuentre la enfermedad, por lo que habrá que tener en cuenta factores como la edad del paciente, su estado de salud o el grado y la etapa del cáncer en cuestión.
Entre los tratamientos más frecuentes para reducir y/o extraer el cáncer de próstata encontramos:
Tratamiento quirúrgico
Consiste en la extracción de la glándula prostática entera y los tejidos ubicados a su alrededor. En ocasiones se extraen también los ganglios linfáticos del área pélvica. Este tipo de intervención, conocida con el nombre de prostatectomía radical, se puede llevar a cabo mediante dos tipos de procedimientos:
- Prostatectomía retropúbica: La extracción se efectúa a través de una incisión en el abdomen.
- Prostatectomía perineal: La intervención se lleva a cabo mediante una incisión en el área comprendida entre el escroto y el ano.
Tratamiento con radioterapia
La radioterapia se puede combinar con la cirugía, ya sea para preparar la zona afectada para la extracción del tejido afectado o para intentar limpiar la zona después de la intervención quirúrgica. En este caso, se puede proceder de dos formas diferentes:
- Tratamiento externo (aplicación de las radiaciones a través de máquinas externas). Este procedimiento, que tiene una duración de 6 semanas (5 días a la semana), consiste en la orientación de las radiaciones hacia el área pélvica.
- Tratamiento interno (mediante la inserción cerca del tumor de un pequeño contenedor de material radiactivo). Se trata de un implante que puede ser temporal o permanente, y que al ser extraído no deja ningún tipo de rastro radiactivo dentro del cuerpo.
Terapia hormonal
La terapia hormonal, también conocida como terapia de privación de andrógenos, evita la producción de la hormona masculina testosterona o que esta llegue a las células del cáncer de próstata en el cuerpo.
La mayoría de las células del cáncer de próstata dependen de la testosterona para su crecimiento. La terapia hormonal hace que las células del cáncer de próstata mueran o crezcan más lentamente.
La importancia de las revisiones periódicas en el cáncer de próstata
Después de someterse a cualquier tratamiento, el médico controlará los resultados de éste mediante revisiones y pruebas para valorar su eficacia. Para la observación y vigilancia del cáncer deben llevarse a cabo determinaciones del PSA periódicamente y biopsias en algunos pacientes.
En los enfermos sometidos a tratamientos locales (cirugía o radioterapia) como tratamiento definitivo, el descenso del PSA en la sangre indicará la buena respuesta a éste. Las revisiones periódicas, que suelen hacerse cada seis meses, se llevan a cabo en estos casos con análisis del PSA y tacto rectal.
Cuando el tratamiento empleado es el bloqueo de andrógenos (hormonal) se pueden realizar las visitas cada tres o seis meses, según el estado del paciente, ya que muchos son enfermos en estadios avanzados. Se determinará el valor de PSA, cuyo descenso muestra una buena respuesta.
Ante cualquier tratamiento efectuado, es importante referir al médico, tanto en las revisiones como en cualquier otro momento, no solo cambios relacionados con los tratamientos, sino cualquier otro síntoma como pérdida de apetito o peso, aparición de dolor y cansancio. En estos casos, el médico valorará la necesidad de más pruebas.