La flujometría urinaria es una prueba sencilla indicada para observar si existen alteraciones en la micción (chorro fino o entrecortado, goteo al finalizar, sensación de vaciado incompleto, etc.). Para llevar a cabo esta prueba, el paciente deberá orinar en un recipiente con el que se podrá realizar la medición del flujo de la orina. Para ello, la vejiga deberá estar llena, por lo que le harán beber agua y aguantar la orina previamente a la realización de la prueba.
Una vez finalizado, un sistema informático realizará una curva de flujo-tiempo y calculará el flujo máximo o el volumen miccional entre otros valores. Algunos programas también realizan gráficas adicionales para diferenciar tipos diferentes de patrones miccionales.