Este tipo de técnica es la más utilizada para la eliminación de cálculos renales, vesicales y uretrales. Esto se debe a diversas causas como que no requiere cirugía y que es muy eficaz en los resultados. Sin embargo, no es posible realizar este tratamiento en todos los tipos de litiasis urinaria. De hecho, solamente está indicado en los casos de cálculos menores a un centímetro de tamaño.
El funcionamiento de esta técnica se basa en las ondas de choque de alta energía, también conocidas como ondas sonoras. Estas ondas atraviesan el cuerpo hasta llegar a los cálculos o piedras y los golpean hasta romperlos. De esta forma, los cálculos se dividen en pequeños pedazos que, más adelante, serán expulsados por la orina.
Este procedimiento se realiza completamente de forma indolora gracias al uso de la sedación anestésica. Esto hace que el paciente pueda sobrellevar el tratamiento sin ningún problema ya que lo único que notará son pequeños golpecitos en la piel al comenzar la técnica.
El único efecto secundario que se ha observado tras este tratamiento es orinar sangre tras la sesión. Esto no es un problema grave y simplemente con la ingesta de agua y orinar irá disminuyendo y desaparecerá a los pocos días.