La disfunción eréctil o impotencia es la incapacidad del varón para obtener o mantener una erección suficiente que permita una actividad sexual satisfactoria. Se trata de una patología bastante frecuente, ya que puede afectar, en mayor o menor grado, a cerca de la mitad de los hombres con edades comprendidas entre los 40 y los 80 años.
Teniendo en cuenta que la erección es un mecanismo eminentemente vascular, cualquier patología que afecte a la circulación puede producir disfunción eréctil, como por ejemplo la diabetes, la hipertensión, el aumento de las grasas en sangre, la obesidad, o el tabaquismo. Otras causas pueden ser hormonales, neurológicas o incluso secundarias a determinadas cirugías o tratamientos médicos o farmacológicos.