
Aunque por lo general los especialistas en Urología se dediquen en mayor medida a las patologías masculinas al relacionarse muchas con problemas de próstata, también se encargan de abordar algunos problemas de la salud de la mujer como por ejemplo las infecciones de orina, las cistitis o la incontinencia urinaria, problema que se incrementa con la menopausia o después de haber pasado por varios partos.
A partir de los 40 años, las mujeres comienzan a experimentar algunos cambios que señalan la llegada de una nueva etapa: la menopausia, es decir, el cese permanente de la menstruación. Suele aparecer en torno a los 51 años. Los ovarios de la mujer dejan de producir óvulos y termina su etapa reproductiva. Al proceso completo se le denomina climaterio y no en todos los casos aparecen los mismos síntomas ni con la misma intensidad.
Principales patologías urológicas en la mujer
En Venegas Salud nos ocupamos de todas aquellas patologías que predisponen a las infecciones urinarias en la mujer postmenopáusica y de edad avanzada, tales como:
• Cistopatía crónica: consiste en la inflamación prolongada de la vejiga, algo que puede ser muy molesto y doloroso. Si no se recibe el tratamiento adecuado puede derivar en enfermedades más severas.
• Incontinencia urinaria: un 24% de las mujeres en Canarias padecen este problema. Podemos distinguir entre dos tipos: la urgencia urinaria (o el deseo imperioso de hacer pis porque si no se nos escapa) o la incontinencia de esfuerzo (aquella que como su propio nombre indica se produce con un esfuerzo: toser, levantar peso, reírse, etc).
• Prolapso vaginal: Es el descenso de los órganos pélvicos secundario a la rotura o debilidad del soporte del suelo de la pelvis. Puede ser anterior, cuando se produce un prolapso en vagina de uretra o vejiga o ambos (cistocele, uretrocele); medio, cuando se produce un descenso de útero o de cúpula vaginal (prolapso uterino, enterocele); o posterior, cuando se produce un prolapso de recto en vagina (rectocele).
• Obstrucción del tracto urinario inferior: Una obstrucción en cualquier punto de las vías urinarias, desde los riñones (donde se produce la orina) hasta la uretra (por donde la orina sale del cuerpo) podría aumentar la presión en las vías urinarias y ralentizar el flujo de orina. Puede ocurrir de forma brusca o bien ir evolucionando con lentitud durante varios días, semanas o incluso meses y puede causar la oclusión completa o solo parcial de parte de las vías urinarias.
• Alteración funcional vesical, como por ejemplo detrusor o vejiga hipoactiva: La vejiga hiperactiva es una patología más frecuente que la vejiga hipoactiva con síntomas como la necesidad de orinar de forma repentina, experimentar pérdidas y sentir la necesidad de orinar de forma repentina durante la noche más de lo habitual. La vejiga hipoactiva consiste sin embargo en todo lo opuesto, en la imposibilidad de orinar cuando se tiene la vejiga llena.
• Deterioro funcional en mujeres de edad avanzada: el envejecimiento provoca cambios en el organismo (aparato urinario, vagina, músculos del suelo pélvico, sistema nervioso), lo cual favorece que la persona mayor tenga más probabilidades de sufrir problemas funcionales.
Pruebas complementarias
Algunas de las pruebas complementarias que llevamos a cabo en Venegas Salud son las siguientes:
• Urocultivo: Nos permite diagnosticar la infección urinaria, detectando cuál es la bacteria involucrada y el número de colonias existentes. Por lo general, para que los resultados sean más precisos, se recomienda recoger la primera orina de la mañana.
• Citología de orina: Se realiza cuando se sospeche de patología tumoral.
• Pruebas de imagen, tales como la ecografía urológica: Este tipo de ecografía nos permite estudiar los riñones, uréteres, vejiga urinaria y uretra.
• Pruebas funcionales, tales como la flujometría o el estudio urodinámico: Confirman la presencia de obstrucción o de alteraciones funcionales de la vejiga como detrusor hipoactivo o hiperactivo.
• Cistoscopia. Se realiza en aquellos casos en los se sospeche patología tumoral o cistopatía crónica.
Tratamiento de urología femenina
Además de los tratamientos antibióticos en determinadas situaciones, se pueden precisar de los siguientes tratamientos:
– Instilaciones endovesicales con ácido hialurónico + condroitin sulfato: Su principal objetivo es reparar la capa dañada del urotelio vesical en diferentes situaciones clínicas.
– Dilatación uretral, en aquellos casos de obstrucción muy sintomática.
– Fisioterapia del suelo pélvico, con la que se mejoran cuadros como la incontinencia urinaria de esfuerzo, la vejiga hiperactiva o el dolor pélvico.
– Corrección quirúrgica del prolapso vaginal o de la incontinencia urinaria de esfuerzo.