La ecografía doppler testicular sirve para evaluar el flujo sanguíneo del testículo, los vasos del cordón y el epidídimo. Permite detectar varicocele, torsión testicular, proceso inflamatorio orquitis u orcoepididimitis. Asimismo, permite al urólogo llevar a cabo la evaluación de masas o tumores y otras alteraciones escrotales.
Por su parte, la ecografía doppler de pene sirve para saber cómo circula la sangre en el pene. Mediante ultrasonido se examina el flujo sanguíneo y se determina si hay coágulos u obstrucciones. Suele utilizarse para pacientes con disfunción eréctil que no ha podido ser resuelta mediante tratamientos. También se utiliza para saber cómo está el pene en un paciente a quien se acaba de quitar la próstata mediante una intervención quirúrgica o para los hombres candidatos a someterse a una prótesis de pene.
Esta prueba nos permite observar la velocidad del flujo sanguíneo en los vasos del pene, cuánto tarde en conseguirse la erección, qué tipo de erección se mantiene, las anormalidades en el tejido, etc. El examen no es doloroso y se lleva a cabo en 30 minutos aproximadamente.
Lo primero que se hace es ver el pene sin erección: se mide el diámetro de la arteria y se estudia el tejido. Después se inyecta en el órgano un medicamento que produce la erección para analizar con ultrasonido la velocidad de la sangre dentro de arterias y venas.