¿Qué es la disfunción eréctil o impotencia masculina?
La disfunción eréctil o impotencia es la incapacidad del varón para obtener o mantener una erección suficiente que permita una actividad sexual satisfactoria. Es una patología bastante frecuente, debido al rango de edad, en el que se pueden ver afectados en mayor o menor grado los hombres con edades entre los 40 y los 80 años.
Además, dado que la erección es un mecanismo eminentemente vascular, las patologías que afecten a la circulación pueden tener consecuencias que producen disfunción eréctil, como por ejemplo:
- Diabetes
- Hipertensión
- Aumento de las grasas en sangre
- Obesidad
- Tabaquismo
A estas causas se le puede añadir otros tipos de factores como pueden ser hormonales, neurológicos o incluso secundarios debido a determinadas cirugías o tratamientos médicos o farmacológicos.
¿Cómo es el diagnóstico de la disfunción eréctil?
Para poder llevar a cabo un tratamiento médico, antes hay que establecer un diagnóstico que debe comenzar por una historia médica del paciente.
- NOTA – Se hace especial hincapié, a la hora de la historia médica del paciente, en:
- Los datos psicosexuales.
- La exploración física.
Una vez se haya establecido una historia médica del paciente, existen varias vías para obtener un diagnóstico. En este sentido se ofrecen cuestionarios para que el paciente los rellene y así determinar el grado de esta enfermedad. Además, se puede realizar una inyección intracavernosa de fármacos vasoactivos con o sin estímulo erótico visual, el Eco Doppler peneano que permite valorar el componente hemodinámico de la erección o el test de erecciones nocturnas (NPT-test o Rigiscan) que requieren que el paciente esté ingresado tres noches. Estos últimos test valoran los episodios de erecciones que tienen los hombres en determinadas fases del sueño.
Como hemos informado al principio, la disfunción eréctil es un problema vascular con lo que esta puede ser un primer síntoma de otras enfermedades subyacentes no diagnosticadas y por lo tanto es fundamental realizar un análisis de sangre y hormonal.
El tratamiento de la disfunción eréctil o impotencia masculina
Los tratamientos se adaptarán siempre a cada paciente y a su pareja aunque es importante destacar que antes de empezar a tratar la disfunción eréctil es necesario que el paciente corrija todo aquello que el especialista considere oportuno entre lo que podremos encontrar:
- Eliminar tabaco
- Disminuir la ingesta de alcohol
- Realizar ejercicio físico
- Cambiar determinados fármacos
- Mejorar el control de las enfermedades subyacentes
- IMPORTANTE – Se debe tener en cuenta una valoración psico diagnóstica de paciente↔pareja.
Enfocándonos en los tratamientos en sí para la disfunción eréctil, los podemos dividir en tres grupos:
- Fármacos orales.
- Inyecciones intracavernosas.
- Mecanismo de erección por vacío.
- Cirugía implante de prótesis de pene.
- Tratamiento con ondas de choque.
El tratamiento con ondas de choque en Venegas Salud
Este novedoso tratamiento con ondas de choque para la disfunción eréctil o impotencia masculina supone un gran avance, para este tipo de patologías ya que es el primero que ataca la raíz del problema que no es otra que la falta de aporte de sangre al pene por arteriosclerosis (estrechamiento de las arterias).
A diferencia de los tratamientos sintomáticos antes nombrados, como la medicación, cremas, inyecciones o dispositivos de vacío, que solo actúan mientras se aplican, el efecto de las ondas de choque es duradero una vez completadas todas las sesiones.
La práctica de este tratamiento ha demostrado que las ondas de choque de baja intensidad mejoran significativamente la función eréctil, la dureza de la erección del pene y la satisfacción del paciente. De hecho la eficacia mostrada en los resultados, debería ser suficiente razón para que sea el tratamiento de primera elección en varones con disfunción eréctil vascular. Además, entre las principales ventajas de este tratamiento se encuentra que es totalmente indoloro y tampoco produce efectos adversos.
En Venegas Salud disponemos de un equipo de ondas de choque de última generación, que durante el tiempo que ha sido usado en distintos pacientes ha obtenido muy buenos resultados con un índice de satisfacción muy alto.
¿En qué consiste el Tratamiento de Ondas de Choque?
El tratamiento con ondas de choque para la impotencia se desarrolla en seis sesiones que habitualmente se aplican una vez por semana en sesiones que tienen una duración aproximada de 15-20 minutos.
En cada sesión se aplican las ondas de la siguiente manera:
- Primero en la parte superior del pene.
- Después por debajo del escroto donde está la raíz de los cuerpos cavernosos.
De esta forma se garantiza que las ondas de choque cubran la totalidad de la longitud del tejido eréctil.
Recordamos que este tipo de tratamiento es indoloro y no requiere ningún tipo de analgesia, sedación o anestesia y, además es breve. El ingreso o período de observación tras cada sesión no es necesario por lo que el paciente no tiene motivos para estar preocupado o nervioso.
¿Qué son las Ondas de Choque?
Este tratamiento de Ondas de Choque se ha utilizado desde hace tiempo en Urología para pacientes con patologías de los cálculos urinarios o piedras en el riñón. Pues con este mismo principio físico, pero utilizando ondas de choque de baja energía y alta frecuencia, se utiliza ahora en el tratamiento de la impotencia masculina.
El principal beneficio que aporta este tratamiento de Ondas de Choque es la formación de nuevos vasos sanguíneos en el tejido eréctil y la potenciación de la relajación del endotelio vascular.
- NOTA IMPORTANTE – Las distintas sociedades científicas internacionales de Urología y Andrología han avalado el tratamiento y lo han incorporado en sus guías clínicas.
A día de hoy, las ondas de choque de baja energía se utilizan en los tratamientos de disfunción eréctil o impotencia masculina para:
- Mejorar la circulación sanguínea.
- Estimular la generación de vasos sanguíneos.
- Producir relajación muscular.
- Eliminar puntos dolorosos.
¿Qué beneficios se obtienen con las ondas de choque?
Antes hemos comentado que los resultados de este tratamiento son muy bien recibidos por los pacientes que pasan por él, por lo que ofrecemos ahora varios datos que ayudan a entender los beneficios de este tratamiento.
La severidad de la disfunción eréctil o impotencia se mide según un cuestionario validado internacionalmente que se llama IIEF (International Index of Erectile Function). Los distintos estudios publicados comparan la puntuación obtenida en el IIEF antes y después del tratamiento, y otorgan a las Ondas de Choque una mejoría media de 7-9 puntos en este índice (máxima puntuación 25 cuando la función eréctil es totalmente normal). Según el grado de severidad de donde se parta, la mejoría en la puntuación del IIEF se puede traducir clínicamente en:
- Dejar de tomar fármacos orales.
- Tomar menos dosis de fármacos.
- Pasar de ser mal respondedor a fármacos orales a buen respondedor.
Cuando los estudios evalúan estos beneficios, muestran una tasa de respuestas positivas al Tratamiento con Ondas de Choque para la Impotencia del 75-80%. Además, la respuesta se mantiene a los seis meses del tratamiento, es decir, la mayoría de los pacientes mejoran significativamente sus erecciones, y lo hacen de forma mantenida a medio plazo. No obstante, actualmente se están realizando estudios a más largo plazo.
¿En qué casos no se recomienda el tratamiento de Ondas de Choque?
Hay determinados casos de pacientes en los que el tratamiento por ondas de choque para la disfunción eréctil no se recomienda. Esto sucede cuando el origen de la impotencia no es vascular sino:
- Neurológico (lesiones medulares por ejemplo).
- Hormonal (por déficit de testosterona).
- Por fuga venosa.
- Psicológico (varones jóvenes con mucho componente de ansiedad de rendimiento sexual).
- Casos muy severos sin nada de respuesta a fármacos orales.