La micción es un proceso mediante el cual la vejiga urinaria elimina la orina, contenida, cuando está llena. Se trata de un hecho habitual al que generalmente no se presta atención al parecer que se produce por inercia. Sin embargo, se trata de un acto complejo que puede alertarnos sobre algún problema de tipo urológico.
En la micción intervienen:
- La vejiga urinaria que actúa como depósito-almacén de la orina y motor en la expulsión de la misma.
- La uretra, con su doble función, cierre del depósito y conductor de la orina.
- Los centros medulares y encefálicos que regulan de forma sinérgica el comportamiento de ambas. Mediante la micción se consigue el vaciado de la orina, cuando la vejiga ha llegado a su capacidad fisiológica y los condicionamientos sociales y el lugar son adecuados.
La micción en las personas adultas
Para considerar que la micción sea normal en un persona adulta, esta deber ser:
- Voluntaria: significa que se debe poder orinar cuando se quiera.
- Completa: cuando se orina, la vejiga urinaria queda completamente vacía.
- Continua: el chorro urinario normal debe ser seguido, no es aceptable que haya intermitencias.
- Satisfactoria: significa que no puede ser desagradable en el aspecto de escozor, ardor, etc.
- Interrumpible: que se puede interrumpir voluntariamente cuando se quiere.
- Distanciada: a intervalos en el tiempo socialmente aceptables, aunque ello estará condicionado por la cantidad de ingesta de líquidos o similares.
- Sin componente de prensa abdominal: no tiene por qué apretarse con el vientre.
- Demorada: si se presenta el deseo miccional se debe poder postponerlo hasta que se presente la ocasión de orinar.
- Ocasional durante la noche: también en relación con la ingesta de líquidos. En los dos extremos de la vida, la función miccional ofrece características específicas y no por ello patológicas.
La micción en los niños
En el niño es frecuente el escape nocturno de orina hasta los 5-6 años dado que existe un proceso de maduración nerviosa progresiva que los neurofisiólogos no consideran completado hasta los 12 años.
La micción en los ancianos
En el anciano, el propio proceso de envejecimiento condiciona alteraciones morfológicas y funcionales. En el sistema nervioso central se produce una atrofia de la corteza cerebral y una pérdida de neuronas que repercute sobre el control voluntario de la micción.
Además del deterioro neurológico, a nivel muscular se produce una pérdida de elasticidad de la vejiga que ocasiona mayor frecuencia miccional, urgencia y vaciado de volúmenes inferiores. El sistema nervioso autónomo también se deteriora con la edad, alterando la coordinación de la micción.
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