Según datos de la Asociación Española de Urología hay 5 millones de hombres diagnosticados con Hiperplasia Benigna de Próstata en nuestro país. Es un tipo de patología muy frecuente en las personas que superan los 40 años.
La Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP) o crecimiento prostático benigno es un fenómeno fisiológico que ocurre en la próstata de los varones. Durante el proceso de envejecimiento del organismo, la próstata sufre un crecimiento benigno afectando a la zona transicional con la uretra, pudiendo dificultar en mayor o menor medida realizar una micción satisfactoria.
Y es que este tipo de patología aunque es benigna puede propiciar distintas molestias en la vida diaria de los hombres. Por este motivo, es importante hacer un adecuado diagnóstico de la hiperplasia benigna de próstata (HBP) para poder aliviar su sintomatología y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
¿Cómo se diagnostica la hiperplasia benigna de próstata?
Los síntomas más frecuentes por las que un hombre puede suponer de padecer del crecimiento prostático benigno son:
- Dificultad para comenzar la micción.
- Nocturia, ganas de orinar durante la noche.
- Retención de orina.
- Sensación de vaciamiento incompleto de la vejiga.
- Poca intensidad del chorro de la orina.
- Incontinencia por rebosamiento o urgencia.
El diagnóstico de la Hiperplasia Prostática Benigna se realiza con una serie de pruebas iniciales y complementarias, entre ellas:
- Historial clínico.
- Completar un cuestionario de salud prostática (IPSS): Para que el paciente rellene e indique el tipo de molestias.
- Exploración prostática mediante tacto rectal: Sirve para descartar la presencia de una lesión tumoral maligna. Y para calcular de manera aproximada el volumen prostático y si hay la existencia de una zona inflamada o no.
- Analítica PSA: Para desechar la existencia el cáncer de próstata.
- Analítica de orina: Para descartar o no cualquier infección de la orina.
- Ecografía urológica: Para medir los riñones y ver que el crecimiento benigno no haya provocado ninguna patología del tracto urinario superior. Detectar la presencia de cálculos en la vejiga u otras lesiones malignas o benignas. Y a la hora de calcular el volumen de la próstata.
- Flujometría: Prueba en la que el paciente micciona en un recipiente que registra una gráfica por la cual sabemos si está orinando de manera correcta o no.
- En casos de dudas diagnósticas, se puede realizar la Uretrocistoscopia: Procedimiento en la que se introduce una cámara en el interior de la uretra y que ayuda a valorar el tipo de oclusión o cierre de la próstata, la detección o no de la estenosis de uretra o de cualquier cálculo o lesión.
Después del diagnóstico, ¿cómo es el tratamiento?
Si al paciente se le diagnostica con esta patología, ésta puede ser tratada de dos maneras. Con medicamentos que permiten la amplitud de la uretra prostática y ayudan a la evacuación de la orina desde la vejiga.
En cambio, si el caso es más grave o los medicamentos no funcionan correctamente, se procedería a la intervención quirúrgica como la cirugía abdominal, la resección transuretral de la próstata, la incisión transuretral de la próstata o la terapia con láser. Es necesario destacar que el tratamiento quirúrgico de la hiperplasia benigna de próstata es el único que realmente puede garantizar de forma definitiva este problema urológico.
En Venegas Salud tenemos un equipo de profesionales especializados y cualificados en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata al igual que para otros problemas urológicos. Si tienes dificultades al orinar o cualquier molestia urológica puedes consultarnos al 928 581 282 y te atenderemos de manera completamente personalizada.