El prolapso genital femenino es el descenso de los órganos situados en la pelvis de la mujer, como consecuencia del fallo de las estructuras que sostienen estos órganos. El órgano que más frecuentemente se ve afectado suele ser la vejiga junto al útero, que en ocasiones incluso puede salir a través de la vagina.
Uno de los factores que pueden originar el prolapso es el embarazo y el parto, especialmente en mujeres que han parido bebés con pesos importantes, por encima de los 4 kilos. Una cierta predisposición de los tejidos también es necesaria para que se produzca, por lo que suele suceder que a más edad y, en especial, durante la menopausia, sea cuando con más frecuencia aparece el prolapso. Otros factores que agravan la situación son la obesidad y el aumento frecuente de la presión abdominal, por ejemplo en casos de estreñimiento o deportistas de élite.
¿Cómo detectar un prolapso genital?
Uno de los síntomas de un prolapso es la sensación de bulto o peso genital, algo que puede ir acompañado de otros síntomas tales como problemas urinarios (incontinencia, infecciones de repetición, etc.), disfunción en la esfera sexual o dolor crónico en determinadas situaciones dependiendo de la gravedad del problema.
Un buen diagnóstico estará basado en una simple entrevista y exploración por un profesional sanitario. Sólo se van ha requerir otros estudios complementarios en caso de una eventual cirugía.
El prolapso no es una enfermedad grave, por lo que el tratamiento quirúrgico se reservará para casos en los que el tratamiento conservador haya fracasado, y sólo cuando este problema afecte en la calidad de vida de la mujer. Aproximadamente 1 de cada 10 mujeres será intervenida a lo largo de su vida debido a este problema.
¿Puede prevenirse el prolapso genital en la mujer?
La realización de ejercicios de rehabilitación del suelo pélvico pueden ayudar bastante a la hora de prevenir el prolapso genital. Existen diferentes actividades que pueden ayudar a fortalecer los músculos de la vagina, como por ejemplo los ejercicios de Kegel, si bien es cierto, que a pesar de no curar el prolapso, es decir, que el útero no va a “subir” a su posición original, se ha visto que sí pueden frenar el descenso del órgano, y especialmente reducir la sintomatología, que al fin y al cabo es lo que realmente importante tanto a médico como a paciente.
En Venegas Salud, contamos con la Unidad de Fisioterapia de Suelo Pélvico dirigida a todas aquellas personas, mujeres y hombres, que quieran mantener un estado óptimo de su Suelo Pélvico y Abdominal. Este tipo de terapia es especialmente útil en la prevención de cualquier patología o disfunción de los órganos pélvicos. Sin embargo, la reeducación abdomino-pelvina también está indicada en aquellas personas que presenten alguna sintomatología como incontinencia urinaria, prolapso o disfunción del suelo pélvico y problemas de continencia fecal. ¿Quieres saber cómo podemos ayudarte? Llama ya y pide cita.